¿Qué puede tener en común hacer un coctel con diseñar una prenda o un mueble? En apariencia nada, en eso estamos todos de acuerdo. Sin embargo, hay más similitudes de las que se podría pensar. Y es que ambos exigen procesos creativos durante los cuales se realizan labores de investigación, experimentos, pruebas y errores y —por fortuna— se reciben golpes de inspiración. Todo para crear productos que destaquen por su calidad, pero también por su identidad. Porque esto último ronda por la mente de los creativos mexicanos desde hace unos años: ¿Cómo contarle al mundo la explosión de ideas que ocurren en nuestro país? ¿cómo representar la fuente inagotable de inspiración que nos da su cosmopolitismo combinado con las tradiciones antiguas que tanto se lucha por preservar?

Para Don Julio el secreto es abrazar la autenticidad. Desde su trinchera, se encarga de que su uso en la coctelería se realice con conocimiento y creatividad para confeccionar bebidas que provocan sorpresa al tiempo que ofrecen aromas y sabores que son parte del imaginario mexicano. Del mismo modo, si lo pensamos bien, trabaja el taller Pingüino donde los diseñadores Santiago y Renata crean objetos divertidos, imperfectos y juguetones utilizando los materiales, técnicas y estéticas que reconocemos con facilidad en las artesanías mexicanas tradicionales. El resultado es una resignificación de todo aquello que nos ha nutrido aplicado a la vida y los referentes actuales.

De moda, textiles y tequilita

En otras disciplinas ocurre lo mismo. Las creaciones de Korimi, estudio fundado en 2015 por Monserrat Domínguez y Annia Ezquerro, hace moda lenta, a mano, siguiendo las reglas de las técnicas de tejido y teñido con las que trabajan las comunidades originarias de México. Sus prendas, que se realizan bajo pedido para evitar la sobreproducción, son para niños, con lo que los pequeños crecen sintiendo los textiles que se crean en su tierra. Así trabaja también la diseñadora Melissa Ávila, quien además de prendas (aquí hay oferta para adultos), hace tazas y tapetes espectaculares donde todo guiño gráfico es producto de la reinterpretación de símbolos ancestrales que son parte de nuestra identidad nacional.

Dicho lo anterior, ¿cómo no se podría vivir este fenómeno en la mixología? Con la misma seriedad de cualquier disciplina creativa, los expertos de Don Julio diseñan cocteles a base del mejor tequila para darnos una experiencia sensorial que nos haga pensar de inmediato en México. En el México que fue y, sobre todo, en el que es hoy en día. Todo gracias a las combinaciones de ingredientes, la medida perfecta de estos, pero también a la preocupación por detalles como los colores que se obtienen en las mezclas, la coctelería en la que se les sirve. Cada receta es resultado de días de estudio y trabajo que tienen como meta crear un atmósfera inmersiva y estimulante en cada sorbo que damos. Algo que reconocemos que Don Julio consigue porque, al probar cada coctel, sabemos que estamos ante México en estado líquido.

Y para muestra, dos recetas que presentan el lado más moderno y emocionante de nuestro país y que puedes preparar en casa desde ya:

1

Don Expresso

Ingredientes:

50 ml de Don Julio Blanco

30 ml de expresso

2 cdas de miel de agave

1 pza de raja de canela flameada

Procedimiento

  1. Mezcla los ingredientes
  2. Decora con la raja de canela flameada
  3. Sirve la mezcla usando copa coupe

2
Doña Margarita

Ingredientes

45 ml de Don Julio reposado

30 ml de jugo de limón

30 ml de jugo de naranja

5 gr de hoja santa

5 ml de Cointreau

Procedimiento

  1. Mezcla los ingredientes
  2. Decora con escarchado tajín y chile serrano
  3. Sirve la mezcla usando un high vaso corto / old fashion