El mercado de La Merced, ese barrio comercial e inquieto en la Zona Centro de la CDMX, contiene alrededor de 4,000 puestos que venden desde indumentaria gastronómica hasta electrónicos novedosos. Y aunque hoy ofrezca casi cualquier cosa que puedas imaginar, en 1966 La Merced acababa de estrenar instalaciones y aún era una fuente proveedora de flores y verduras para la ciudad.

El mercado nació durante el virreinato, cuando después de la apertura del convento nuestra Señora de la Merced, comerciantes comenzaron a instalarse a su alrededor y de donde obtuvo su nombre desde finales del siglo XVIII. Era tanta su afluencia, entre marchantes y vehículos distribuidores, que se decidió construir el mercado bajo un mismo techo para reunir a todos los comerciantes en 1923, sin mucho éxito. En 1957 hubo un segundo intento al abrir dos naves de 88,000 metros cuadrados como el nuevo Mercado Central de la Merced.

Ahora dividido en 11 zonas, el mercado de La Merced fue en su pasado el punto mayoreo para el Valle de México, en donde todo tipo de productos perecederos se concentraban. Por supuesto, la demanda sobrepasó la capacidad de este comercio y sus calles, y se decidió abrir una Central de Abastos al sur de la ciudad en 1960.

La apertura de la gran central de Iztapalapa, relegó el mercado a un segunda lugar como proveedor principal de alimentos para la capital y sus alrededores; sin embargo, La Merced siguió desarrollándose, cambiando a un epicentro de comercio variado, de menudeo, sin dejar de ser uno de los mercados más tradicionales de la CDMX.