Últimamente mandamos y recibimos más notas de voz que nunca. Y hemos notado que los audios tienen —además del frenesí del trabajo a distancia al que poco a poco nos acostumbramos— un nuevo componente: muchos cantos de pájaros. Buscamos a un experto en aves para que nos explicara qué está pasando con los pájaros de la Ciudad de México.

Ubaldo Márquez es doctor en colibríes, y versado en todas las especies de aves de nuestra ciudad. Desde hace unos cinco años, junto con otros cuatro expertos, está a cargo de las caminatas de avistamiento de pájaros que organiza la asociación civil Tótotl —palabra nahua que significa “pájaro”— en la REPSA.

pájaros ciudad de méxico

Colibrí berilo, parque ecológico Ciudad de México

Cuando le pregunto al experto por las aves que están volviendo a la ciudad, imagino que va a decir algo que tiene que ver con los delfines de los canales venecianos o los monos que tomaron las calles de Tailandia. Me contesta, en cambio, algo muy diferente: “Realmente nunca se han ido. Siempre estuvieron. Solamente que hoy, gracias a la contingencia, estamos un poco más presentes del mundo que nos rodea”.

Una ciudad de pájaros

De 1,100 aves que hay en todo el territorio nacional, en la Ciudad de México se pueden encontrar 383, es decir, casi un tercio de toda la diversidad del país. Hay que tomar en cuenta, claro, que muchas de ellas están en la periferia —Milpa Alta, Xochimilco o el Desierto de los Leones— y que el número comprende también avistamientos raros, como Mariano el Tucán, especies que están cambiando sus patrones migratorios, aves que llegan acá por un accidente climático y ejemplares exóticos que escapan de su cautiverio y que no tienen nada que estar haciendo acá. Por eso es importante aprender a identificar los pájaros residentes y los que vienen de vacaciones cada año.

“La contingencia cayó en primavera, y durante esta época del año ocurre la época de reproducción en la mayoría de las aves residentes. El canto es una parte esencial para la reproducción: para atraer pareja, para defender el nido de competidores. Por ejemplo, el canto del mirlo primavera, que es muy bonito y muy evidente —sobre todo en las mañanas—, al estar más presentes, al no estar metidos en toda la rutina de llegar al trabajo y tráfico, hay más probabilidad de escucharlo”, dice Ubaldo.

Miniguía de aves de la Ciudad de México

Entre las aves más comunes que podemos ver en nuestra ciudad, incluso en las áreas más urbanizadas, están las siguientes:

  • Ampelis chinito (Bombycilla cedrorum)
  • Capulinero gris (Ptilogonys cinereus)
  • Chivirín cola oscura (Thryomanes bewickii)
  • Colibrí berilo (Amazilia beryllina)
  • Colibrí pico ancho (Cynathus latirostris)
  • Golondrina tijereta (Hirundo rustica)
  • Gorrión casero (Passer domesticus)
  • Mirlo primavera (Turdus migratorius)
  • Mosquero cardenal (Pyrocephalus rubinus)
  • Paloma doméstica (Columba livia)
  • Pinzón mexicano (Haemorhous mexicanus)
  • Sastrecillo (Psaltriparus minimus)
  • Tórtola cola larga (Columbina inca)
  • Zanate mayor (Quiscalus mexicanus)
Mirlo primavera

Mirlo Primavera, UAM

cardenal

Mosquero cardenal

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Tórtola cola larga

Además, en otoño e invierno es muy común ver dos especies migratorias (de las aproximadamente 170 que tienen nuestra ciudad en su ruta), que aparecen en cada parque de la ciudad, por pequeño que sea:

  • Chipe coronado (Setophaga coronata)
  • Chipe corona negra (Cardellina pusilla)

Usamos, para esta lista, los nombres asignados por la Conabio, como Ubaldo recomienda. Muchos de estos pájaros se encuentran en diversas partes del territorio mexicano, y en cada estado y cada pequeña comunidad tienen un nombre común distinto, un reflejo, también, de la enorme diversidad cultural de nuestro país (como ejemplos menciona uno llamado tortilla con chile y otro conocido como tengofrío). Para no confundirlos, conviene, entonces, reconocerlos por su nombre más ampliamente divulgado, así como por su nombre científico. Para ilustraciones de cada uno y más información, consulta el libro Aves comunes de la Ciudad de México, que incluye 223 especies.

El coro del amanecer

Mirlo primavera en el Desierto de los Leones

1. Este audio es en casa de Marisol Hamed, en la Colonia Obrera (6:13 am)

2. Este audio es en casa de Diana Solano, en la Guerrero (6:30 am)

Momentos antes al amanecer, todos los pájaros cantan al unísono en un fenómeno conocido como el coro del amanecer. Es el mejor momento del día para escuchar la variedad de cantos y llamados. En las grandes urbes, sin embargo, las aves comienzan el canto aún más temprano, para que los ruidos citadinos no las interrumpan. En la Ciudad de México, en esta temporada, amanece pocos minutos después de las 7:00. El experimento estuvo así:

Lunes, 5:30, café. Aún se ve la luna, cubierta de nubes. En la distancia se escuchan los primeros trinos, los primeros tráileres. Hay que estirarse mucho por la ventana para oír algunos cantos dispersos. A las 5:50 comienzan a ser más altos. Cantos, motores, la cortina de un negocio que madruga.

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Sastrecillo, Bosque de Chapultepec

A las 6:30, aún con luna pero con un fulgor anaranjado en el oriente, ya hay muchos pájaros despiertos, cantando desde el nido sus distintas tonadas. Para el oído entrenado esto debe traducirse en un censo de especies muy diferenciadas; para los principiantes, sin embargo, no es difícil distinguir cantos distintos, aunque no podamos asociarlos con su apariencia. Para quienes quieran escuchar el coro, las 6:30 es la hora perfecta para levantarse y abrir las ventanas de par en par.

A las 7:00 comienzan a dispersarse los cantos y, casi al mismo tiempo, la ciudad se enciende: hay más motores, canciones, ladridos. Los primeros pájaros se animan a abandonar el nido y meterse a los charcos que dejó la lluvia de la noche anterior.

oímos pájaros

Ampelis chinito, REPSA

¿Cómo ayudar a las aves a tener una vida mejor?
Siete acciones urgentes para hacer la diferencia

En septiembre de 2019, la revista Science reveló que, desde 1970, las poblaciones de aves han decrecido en 29%, es decir, hemos perdido unos tres billones de ejemplares sólo en Estados Unidos y Canadá. No tenemos las cifras de México, pero es fácil adivinar que la situación de nuestras aves es parecida. Por eso, se han publicado siete acciones que todos podemos hacer en casa para ayudar a que las aves locales tengan una vida mejor:

  1. Participar en plataformas de ciencias ciudadanas, como Naturalista —tanto para flora como para fauna— y aVerAves.
  2. Hacer ventanas amigables: poner cortinas o, en su defecto, vitrales o etiquetas circulares cada 10 o 15 centímetros, cualquier cosa que elimine la transparencia. Las ventanas son invisibles a los ojos de los pájaros y millones mueren por colisión.
  3. Mantener a los gatos dentro de casa. Es un mito que las aves reaccionan al cascabel en el collar del gato; cuando lo escuchan, es demasiado tarde.
  4. Comprar siempre plantas nativas para el jardín o jardinera, ya que las foráneas generan poco a poco efectos nocivos en el ecosistema.
  5. Evitar pesticidas. El ciclo de los pesticidas no acaba con la plaga a la que va dirigida, sino que se extiende a toda la red trófica.
  6. Reducir el uso de plásticos. Los pájaros pueden comerlos e incluso regurgitarlos y dárselos a los polluelos.
  7. Apoyar proyectos productivos amigables con el medio ambiente: el café de sombra —que evita la tala— es un ejemplo perfecto de consumo sostenible.