El artista guatemalteco Carlos Mérida viajó a México en 1919 cuando era muy joven, encontrando un país lleno de dinamismo y con el cual se identificó lo suficiente para mudarse. Una de sus más grandes obras, tanto en valor como en tamaño, estuvo guardada por años en una bodega para después ser salvada y puesta de nuevo a disposición del público recientemente: ‘Los Danzantes’.

“Al llegar a nuestro país descubrió que se trataba de un lugar lleno de danzantes. Mérida quedó extasiado ante este panorama y decidió llevarlo hasta sus obras”, explicó Alberto Dallal, el escritor, investigador y profesor mexicano en una conferencia sobre el artista.

En 1963 se le comisionó un mural que fungiría como telón del Cine Manacar, una sala que estaba dentro del Centro Urbano Manacar, diseñado por Enrique Carral, y Víctor Bayardo. Un año más tarde, la espectacular pieza de ‘Los Danzantes’ tomó forma con 12 paneles de madera de 11 metros de alto por 3 de ancho.

El Cine Manacar gozó de muchos años de popularidad, sin embargo después del sismo de 1985 decayó y permaneció en el olvido, siendo absorbido por Cinemex en 1995. El mural de Mérida fue desmantelado y guardado en una bodega por 8 años; la pieza se donó al Fondo Nacional para la Cultura y las Artes y, posteriormente, fue resguardada por el INBA.

Antes de morir en 2016, el arquitecto Teodoro González de León propuso que este mural regresara a la hoy Torre Manacar, uno de sus últimos proyectos. ‘Los Danzantes’ fue rescatada y restaurada por un equipo de nueve expertos del Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Inmueble, conservando los colores originales, salvándola de hongos y mugre, y exhibiendo sus 265 metros cuadrado en el lobby de la torre en su apertura en 2018.

Hoy en día es posible visitar ‘Los Danzantes’ en Av. Insurgentes Sur 1457, esquina con Río Mixcoac.