Las primeras papelerías en la ciudad fueron creadas principalmente por empresarios europeos; las papelerías más famosas eran “Al libro mayor” creada en 1832 por una familia de origen francés, aunque eventualmente fue comprada por la familia Fernández, quienes invitaron a varios jóvenes españoles a trabajar con ellos y quienes después de aprender el negocio decidieron abrir sus propias papelerías, así fue como nacieron “La Helvetia” y “Galas de México”.

La Helvetia se ubicaba en la calle del Coliseo Viejo 21, calle que hoy conocemos como 16 de Septiembre y vendía papeles, sobres extranjeros, tarjetas blancas, útiles para escritorio, carteras, lapiceros, cromos diversos, vino de la casa de Brandenburg Freres de Burdeos e incluso te, pero principalmente se dedicaban a la impresión y encuadernación. Así, desde los 1800 el centro de la CDMX se convirtió en el centro papelero, hecho que se mantiene hasta hoy, a pesar de que ahora es muy común encontrar papelerías en cada colonia y la existencia de grandes tiendas de artículos de papelería y oficina.

Actualmente, en el centro de la Ciudad de México, especialmente en las calles de República del Salvador y Mesones los lápices de colores, cuadernos, stickers, post its y todo tipo de material escolar son parte del paisaje. Justamente en la esquina de Mesones y Jesús María se encuentra La Reyna de Mesones, una papelería que empezó en 1986 bajo el nombre de “La Pequeña” y dos años más tarde cambió el nombre a “La Reyna de Mesones”, también en esta calle se puede visitar Marchand, una de las papelerías más antiguas de la calle, pues desde 1951 ofrece todo tipo de productos de papelería, de oficina y similares.

A pesar del tiempo, uno de los productos que se sigue vendiendo en las papelerías con mucho éxito son las monografías o estampas. La primera empresa en hacer monografías fue Ediciones BOB, José Antonio Blanco Leal, quien empezó su negocio con unos camiones de carga en la calle República del Salvador, en el Centro Histórico, en esta calle la mayoría de los comerciantes se dedicaba a comprar papel de desperdicio para después revenderlo. Pero a partir de los años 60, empezó con la producción de monografías, pues había visto productos similares en España y pensó que sería una buena idea traerlos a México, así desde hace 50 años se han convertido en un esencial de las papelerías.

En la calle de mesones hoy no sólo se pueden encontrar estos artículos clásicos y súper útiles y básicos; desde hace algunos años la papelería coreana y china se han popularizado y ya no sólo hay estudiantes y mamás comprando útiles, también podemos encontrar gente de todas las edades comprando washi tapes con diferentes diseños, stickers y gomas de borrar que dan ganas de no usar nunca. Así que, a pesar del uso de la tecnología los materiales y artículos escolares siguen siendo importantes y si te gustan estas cosas visitar Mesones es un must.

Y aunque el centro de la CDMX siempre ha sido el lugar donde se concentran muchos comerciantes, en toda la ciudad todavía existen papelerías de barrio que han sido un punto de referencia, tal como la papelería “La Esperanza” o “La Casa Olivo” en Azcapotzalco que llevan más de 50 años siendo el lugar donde niñas y niños encuentran todo para sus tareas. Dinos ¿cuál es la papelería de tu colonia?

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