Hay una serpiente que cuida con recelo la entrada de la colonia Jardines del Pedregal. Lleva más de siete décadas en la calle Las Fuentes, casi esquina con Avenida San Jerónimo. Es una guardiana simbólica, como las serpientes de las pirámides de Teotihuacán y Tenayuca, que protegen los recintos sagrados y que se mantienen inmpávidas ante los cambios que ocurren en el universo. Como tiene la boca abierta, parecería que va a atacar a cualquier intruso. Lejos de ser realista, la serpiente está hecha de cemento; en un estilo geométrico, parte figurativo y parte abstracto. “El animal del Pedregal”, cómo se le llama, es obra del escultor y pintor mexicano de origen alemán Mathias Goeritz.

animal de Goeritz

La Plaza de las Fuentes: una preparación visual

 Inicialmente, la serpiente formaba parte de la Plaza de las Fuentes: la entrada principal a aquel complejo de rocas volcánicas, jardines, intervenciones arquitectónicas y casas conocido como Jardines del Pedregal, un fraccionamiento concebido y diseñado por Luis Barragán al lado de otros reconocidos arquitectos y artistas a principio de la década de los cincuenta. La plaza y la escultura fueron proyectadas como un área de preparación visual y emotiva para adentrarse en el complejo.

animal del pedregal

Cuenta la historia que en 1951 Luis Barragán le encargó a Mathias Goeritz su primer trabajo de arte público: le pidió que hiciera una maqueta de una escultura para colocarla en la plaza, justo en la entrada y salida del fraccionamiento. Goeritz le presentó varios animales y Barragán escogió una serpiente; tal vez porque la serpiente es un guardián simbólico de los espacios sagrados mesoamericanos o porque es parte de la fauna nativa de la zona: entre la magma endurecida del Pedregal hay víboras de cascabel y varias especies de culebras. El caso es que desde 1951 “El animal del Pedregal” se convirtió en el símbolo del nuevo fraccionamiento.

El animal de Goertiz

Esta escultura representa el primer intento de Goeritz por romper con el arte mexicano expresado a través de la Revolución, cómo lo venían haciendo hasta entonces los muralistas. El artista buscaba abandonar lo dogmático y lo reiterativo de ese discurso estético para pasar a un lenguaje más experimental y moderno; y dejar atrás lo figurativo para pasar a lo abstracto y geométrico. También marca el inicio del uso de materiales innovadores como el concreto, pues hasta entonces en México sólo se acostumbraba hacer escultura de madera, bronce y piedra.

goertiz

El animal hoy en día

Durante siete décadas, el animal de Goeritz ha permanecido inmutable en el mismo lugar. Sin embargo, su entorno sí ha cambiado: la Plaza de las Fuentes fue desmantelada, muchas intervenciones arquitectónicas y jardines fueron destruidos y varias casas del Pedregal fueron derrumbadas o remodeladas. Desafortunadamente la serpiente ya tiene poco que cuidar.

Por cierto, otras obras del gran Mathias Goeritz que puedes visitar en la ciudad de México son: las Torres de Satélite, que diseñó en colaboración con Luis Barragán y Chucho Reyes, el Museo Experimental el Eco en la colonia San Rafael, la Corona del Pedregal en el espacio escultórico de la UNAM, el vitral y el escudo de piedra de la sinagoga Maguen David en Polanco, entre otras.