Hay objetos que nos esperan. Sillas, principalmente: testigos silenciosos de lo que ocurre y de lo que dejó de ocurrir. En Sentarse en la Ausencia, la exposición que presenta Proyecto H, esa figura común —la silla— se convierte en el centro de una reflexión compartida por dos artistas de generaciones distintas: Rosario Guerrero y Román de Castro.
La muestra reúne 16 piezas entre esculturas, pinturas y obra en papel, todas atravesadas por una sensación de ausencia. No una ausencia fría o solemne, sino una que habita los objetos, los transforma en cuerpos. Como si estuvieran a punto de contarnos algo, si tan solo supiéramos cómo escucharlos.
Una silla vacía como punto de encuentro
Aunque Guerrero y De Castro vienen de trayectorias y épocas distintas, sus obras se tocan en un punto muy específico: la silla vacía. No como símbolo decorativo, sino como presencia ambigua. Está ahí, ocupa un espacio, pero también señala lo que falta. La ausencia de un cuerpo, de una conversación, de un momento que ya pasó.
Las piezas no son narrativas ni cerradas, pero todas parecen tener algo personal. Una madera que envejece como piel, un trazo que vibra como un recuerdo borroso. La silla, en sus manos, se vuelve extensión de lo humano: encarna lo que fuimos, lo que ya no somos y lo que dejamos atrás sin darnos cuenta.
Dos voces que habitan el mismo umbral
Rosario Guerrero ha dedicado décadas a observar el mundo desde una mirada poética y rigurosa. Su obra ha sido expuesta en espacios como Bellas Artes, el Centro Cultural de México en París y la Broadway Gallery en Nueva York. Sus sillas personificadas son ya una constante en su lenguaje visual: no representan a nadie en particular, pero contienen a muchos.
Román de Castro, por su parte, viene de una práctica más interdisciplinaria. Además de artista visual, es escritor y ha publicado recientemente un poemario. En su obra aparece la memoria como atmósfera, y el tiempo como algo que se dilata. Sus sillas, al igual que las de Rosario, no esperan a nadie: ya están llenas de historia.

Sentarse en la Ausencia estará abierta en Proyecto H hasta el 26 de julio de 2025. Es una exposición para ver con pausa, con silencio, como quien entra a una habitación donde alguien acaba de salir.