8 de septiembre 2025
Por: Estefanía Fink

La pintura también es un canto: Gonzalo García y las fisuras de la masculinidad

La obra de Gonzalo García, reciente ganador de la XX Bienal Tamayo, reflexiona sobre masculinidad, poder y memoria en La pintura también es un canto.

Hay pinturas que son relatos, pero también hay pinturas que son cantos: voces colectivas que se alzan desde lo íntimo para cuestionar estructuras históricas. En La pintura también es un canto, exposición individual de Gonzalo García, reciente ganador de la XX Bienal Tamayo 2025 y curada por Tania Ragasol, el lienzo se convierte en un espacio donde historia, cuerpo y crítica social confluyen para hablar de masculinidad, poder y deseo de transformación.

La serie forma parte de un proyecto más amplio titulado Los cachorros, en el que el artista entrelaza referencias medievales, cinematográficas y religiosas con preocupaciones contemporáneas. Inspirado tanto en el cine mexicano (Los cachorros, 1973; Nuevo orden, 2020) como en escenas bíblicas como La masacre de los inocentes, García construye atmósferas íntimas y tensas, suspendidas en un tiempo ambiguo. Sus cuadros despliegan cuerpos, flores y símbolos que funcionan como alegorías del trauma y la violencia social, pero también como presagios de resistencia.

La castración —física y simbólica— atraviesa la propuesta como un eje crítico que revela el miedo al despojo del poder patriarcal. Aquí, el coro y el bouquet floral emergen no como adornos sino como estrategias de resistencia armónica frente al caos. En lugar de una épica que perpetúe el sufrimiento masculino, la pintura de García apuesta por un reordenamiento abierto: una coreografía fragmentada donde los cuerpos pueden volver a armarse de otro modo, proponiendo formas de convivencia más generosas y conscientes.

Formado en Artes Visuales en el Instituto Allende, Gonzalo García ha consolidado una práctica que conecta lo social y lo histórico con lo pictórico. Su trabajo ha viajado entre México y el extranjero en muestras como Flesh (CAM Galería, 2023) o Interlace (Nueva York, 2025), y ha sido reconocido con múltiples premios, incluido el XX Premio de la Bienal Rufino Tamayo. Esa trayectoria respalda la fuerza de esta exposición, pero aquí no es el currículum lo que pesa: es la capacidad de convertir la pintura en canto, en eco coral contra un orden que parecía inamovible.

CAM Galería
Aristóteles 354, Polanco
Martes a jueves, 10:30 a.m. a 6:00 p.m.
Viernes y sábados, 10:30 a.m. a 4:00 p.m.

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