La mancha urbana ha ido devorando y des-culturalizando a los más de 150 pueblos que habitan lo que hoy llamamos CDMX. Pocos son los que no han sido alcanzados por el cemento.

Re-conocer la cultura/tierra que han salvaguardado, es uno de los deseos del tianquiz (tli) al atardecer,

Co-responsabilizarnos en el cuidado de la tierra de la mano de los que han logrado resistir a la urbanización también.

Lxs invitamos a recorrer el mercado y con ello entrar en contacto con las diferentes redes de conversaciones de pueblos originarios en resistencia, que, a través de sus productos, nos contarán de las historias que nos siguen conteniendo.

Comer

Chavela en Bussifame

Chai casero y bolitas de almendra: encuentro de cocina de autor