En un ir y venir entre ciudades y memorias, la artista mexicana Claudia Robles-Gil regresa a la CDMX con Homecoming, una exposición que abre sus puertas el 25 de septiembre en Picci Fine Arts. La muestra reúne una docena de óleos recientes que, aunque nacen de viajes por distintas geografías del mundo, terminan siempre en el mismo lugar: el hogar.

Robles-Gil pinta mares púrpuras y cielos anaranjados, selvas que parecen soñadas y escenas de convivencia donde lo íntimo se vuelve universal. Cada lienzo revela que el hogar no es únicamente un espacio físico, sino una presencia interior que acompaña a quien sabe reconocerla. Esa tensión entre lo lejano y lo cercano atraviesa su trabajo, que se mueve con libertad entre lo biográfico y lo expresivo.

Con apenas 30 años, Claudia ha presentado su obra en espacios como High Line Nine Galleries en Nueva York o la Brooklyn Waterfront Artists Coalition, además de haber sido reseñada en medios internacionales como Vanity Fair UK y British Vogue. Ahora, en su primera individual en México, propone un lenguaje pictórico que rompe con la norma cromática y apuesta por un color que no describe, sino que siente.

La cita es en Picci Fine Arts (Alpes 700A, Lomas de Chapultepec), a partir del 25 de septiembre y hasta el 25 de octubre de 2025.